AIRES, MARIPOSAS Y METEMPSICOSIS
- MARINA GURRUCHAGA
- 21 jun 2020
- 1 Min. de lectura

Existe en Cantabria, concretamente en la zona de Liébana, una tradición aún viva (recogida por nuestros amigos de Cantabria Oculta en conversación con la veterana informante Lines Vejo), consistente en la creencia de que las personas difuntas malvadas podían "volver" a los lugares de su vida pasada bajo la forma de mariposas "negras" (las polillas nocturnas). Esta tradición se conecta el contenido de un cuento recogido por J. García Preciado, titulado "Una Gallina Negra", en el cual se recoge literalmente un decir, referido al tiempo de antes del nacimiento de las personas: "...Yo, ¡por los vientos andaba todavía entonces!". Ambas referencias nos describen claramente el residuo de una creencia común entre los pueblos indoeuropeos, cual era la de la transmigración de las almas o metempsícosis, que César ya describió en su libro sobre las Galias como parte fundamental de las creencias druídicas. Para los celtas, en efecto, el alma era indestructible, y a la muerte de una persona la anterior migraba a otro cuerpo, que habitaba nuevamente (en el caso de la mariposa, el de un animal). Se habla incluso en las fuentes clásicas, basándose en esta creencia, de algún personaje que afirmaba haber vivido varios períodos históricos. El decir cántabro recogido por Preciado parece que añade a esta teología un elemento nuevo, cual es un cierto estado de "espera" del alma entre la salida de un cuerpo y la entrada en otro nuevo.
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