Vamos cerrando temporada y hoy os traigo un reportaje fotográfico que hice recientemente sobre un enclave poco conocido, Las Pozas o La Poza de las Vacas en el término de Soto de Campoo (Campoo de Suso, Cantabria). El arroyo o barranco de Las Hachas desciende desde Palombera, tallando un vallejo angosto entre areniscas, conglomerados y lutitas del Triásico. Una serie (hasta diez) de estanques y pozas, frente a las Bárcenas de Men, han sido tradicionalmente utilizadas como abrevadero del ganado bovino, motivo de la actividad ganadera de la zona, y allí van tallándose siglo tras siglo estos materiales, en ocasiones y de forma natural, con apariencia de trabajo humano en lastra alta y plana, que quizás, en épocas pasadas, fuese amortizado por las gentes de la zona para fines de cerramiento de fincas u otros trabajos.
Este arroyo de las Hachas también registra un hidrónimo interesante, que podría interpretarse como señal del aprovechamiento por parte de serrones o leñadores del cercano y bellísimo Monte de Soto o Bayantún (topónimo que podría derivar del pre-indoeuropeo *IBAI, río), incluso del hallazgo illo tempore de un depósito votivo fluvial de hachas de metal, cosa nada extraña teniendo en cuenta la presencia cercana de monumentos megalíticos (Sejos, por ejemplo). Un refrescante baño veraniego en estas pozas (abstenerse de dejar en sus aguas restos de protector solar) es muy recomenable, aunque tengo que avisar de que mi última medición de la temperatura del río en agosto fue... de 14 grados.
