SACRA SAXA ( VI ): LA ONJANA DEL MONTE DORRO
- MARINA GURRUCHAGA
- 2 feb 2020
- 1 Min. de lectura

En su conocido cuento "La onjana y el sevillanu", Juan Sierra Pando, seudónimo del periodista y escritor costumbrista Juan González Campuzano y Gutiérrez, entre otras, nos habla de una "onjana" moradora de la cueva del Pico Dorro (Cabuérniga). Estas criaturas mitológicas, afines a las "xanas" asturianas, cuidadoras de tesoros y depositarias residuales de una compleja teología de la soberanía protohistórica (vid. mi estudio "La serpiente y el pastor..." (https://funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?ID=4492), estarían dándonos señal de la consideración de este pico Dorro como hito simbólico en la cosmovisión de los pueblos coetáneos.
En efecto: según la escuela de la Arqueología del Paisaje, en este paraje concurrirían varios de los items significativos para identificar un espacio sagrado o nemeton, cuales son especialmente:
- la configuración peculiar del accidente geográfico (en Cantabria los montes de apariencia cónica ("fanum"-Jano) como el Dorro llevan asociado dicho carácter);
- tampoco existen lugares de habitación histórica constatados en su perímetro;
- asimismo la toponimia suele recoger términos prerromanos significativos (según Caro Baroja, el antropónimo vinculado Turrus, origen del Dorrao navarro (Torrao en euskera (?), es nombre protohistórico);
- el folklore puede recoger elementos mitológicos que asocian el lugar a eventos mágicos o maravillosos, como es el caso de esta onjana que cantaba, en el cuento, la tonada popular sin duda recogida por Juan Sierra Pando, cuajada de elementos míticos de raigambre céltica:
"Picu el Dorro, picu el Dorro,
allí tengu yo el mi escanillu de oru
y la mi rueca de plata
y el jusu de Caravaca,
y se ha de sacar con los cuernos d´una cabra".
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