UNA INSCULTURA CRUCIFORME SIN CATALOGAR EN CAMPOO DE SUSO
- MARINA GURRUCHAGA
- 30 abr 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 1 may 2022
En un camino de acceso a una importante masa forestal de Campoo de Suso se encuentra este mojón, redondeado de manera artificial y dispuesto también de forma intencionada, dado que no se encuentran afloramientos de roca en el contexto próximo, aunque sí otros cantos con apariencia artificial pero sin grabado alguno. La pieza tiene unos 40 cm. de alto y se advierte fuertemente enraizada en el terreno, de lo cual puede deducirse su desarrollo en profundidad. Presenta, como hemos subrayado en rojo de forma aproximada sobre la fotografía, una serie de surcos muy marcados, en buena medida invadidos por el líquen, que componen un cruciforme de tres brazos, el central más alargado, o incluso, si tuviéramos en cuenta un cuarto surco ya cercano a la línea del suelo, la figura de un arboriforme -si bien en mi opinión este cuarto ástil es una grieta o fisura natural-.
Su localización junto a un camino antiguo de desplazamiento ganadero, que discurre en dirección a los puertos, podría asimilarlo al grupo de los denominados cruciformes de término, petroglifos datables desde el Neolítico pero especialmente frecuentes a partir del Bronce en Cantabria, al hilo de las primeras oleadas de indoeuropeización.
En la interesante página de Facebook Petroglifos en Valderredible , por mor de localizar referentes geográfica y cronológicamente contextualizados, hemos encontrado algunas insculturas con cierta similitud (que además, al decir de los autores de esta página, no tienen paralelismos conocidos) en la estación conocida como de Polientes (adjuntamos pantallazo). Muy amablemente Miguel Obeso me comunica la existencia de otro cruciforme, esta vez sí contextualizado arqueológicamente, sito en las inmediaciones al acceso de uno de los castros cántabros del Alto Besaya, similar al que presentamos (https://m.facebook.com/miguel.obeso.50/posts/5094219580637706?ref=m_notif¬if_t=group_comment_mention&__tn__=R), que se acompaña de cazoletas y de otras insculturas.
La función apotropaica de estas insculturas, como garantes de la protección del ganado y ahuyentadoras de los peligros del desplazamiento, es de sobra conocida. Estas cruces en ocasiones representan o personifican deidades de trasfondo solar o/y vinculadas a una gens propietaria de los pastos y los recursos en cuyos límites se encuentran. La cruz de cuatro brazos describe la concepción céltica del espacio, dividido en cuatro sectores de diverso carácter -propicio o no-; estas tipologías cruciformes alternativas de tres brazos duplican el número de sectores de la anterior, componiendo ocho, lo cual podría aludir a una más específica definición del carácter del área.





En el pico Ladreo hay un buen número muy parecidas
Me gustan las cruces
Gracias