UNA PILA BAUTISMAL COMO FLORERO

Hay cosas que llaman la atención. Y cuando delante de una ermita, la de San Miguel de Soto, reedificada en el s. XV sobre otra más antigua, anterior seguro al s. X, en el patio delantero de una casa se muestra una pila bautismal reconvertida en jardinera, florero, o como ustedes quieran contarlo, pues una dice: "hombre..., blanco y en botella". Con gran seguridad nos encontramos con la pila bautismal original de la iglesia, muy sencilla, con un bocel corrido rodeando el borde. Ermita singular, pues albergó hasta hace unos años una lauda sepulcral del s. X con dos epitafios que estudió el insigne historiador D. Ángel de los Ríos, alias "el Sordo de Proaño", y posiblemente poseyó

también su propia necrópolis, paralela en el tiempo a la cercana de Espinilla, cuyas estelas se muestran en el MUPAC. También existen en su interior algunas pinturas en color roijizo, de motivo vegetal, en las jambas de la puerta de acceso al templo, así como en el arco triunfal, junto al altar.

La ermita acaba de ser restaurada.en su exterior, incluso la espadaña se ha colocado y consolidado. Queda por lo tanto devolver la pila bautismal a su lugar y función originarias.