Un poema de Marina Gurruchaga
- raminavictrix
- 13 dic
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Ayer pasamos por aquí de noche.
Fulgor de garzas sobre el prado oscuro,
chorreante, inhumano.
Tú dijiste: “cómo se puede vivir aquí,
desde las seis el engaño del verano
ya no sirve para justificar nada,
ni las ovejas ni los ponis existen verdaderamente,
el agua desde lo profundo asciende
por las paredes de esa casa pintada sin prudencia,
el agua oscura nos recuerda
lo que nos espera, paciente y real”.









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